La burbuja especulativa se forma cuando crece en forma desproporciona la demanda de un activo que inesperadamente alcanza precios descomunales al deslindarse de su valor real.
No ocurre continuamente, pero cuando sucede se deja sentir porque tiene el efecto de un seísmo de grandes proporciones en la escala Richter del sistema financiero mundial.
Contenido del artículo:
Aspectos relacionados con un burbuja especulativa
Esas crisis producidas por las burbujas financieras han dejado a su paso una estela de miseria donde prósperos empresarios se han sumido en la ruina, miles de trabajadores han quedado sin empleo y millones de personas sin vivienda.
La burbuja financiera no sería tal sin el ingrediente de la especulación. Es comprar un activo a un precio inferior sobre la base de lograr que suba mediante procedimientos muchas veces ilícitos, ocultando su valor real.
Es lo mismo que sucede cuando hay tragedias en los países y los alimentos de primera necesidad desaparecen de improviso para reaparecer después con precios exorbitantes en manos de individuos inescrupulosos que se lucran con la miseria ajena.
Y lo peor es que muchas veces quienes lo hacen son dirigentes políticos o representantes gubernamentales.
¿Cómo se forma una burbuja especulativa?
A consecuencia de eso, surge una ola de compradores ávidos de riqueza fácil que van adquiriendo los activos para venderlos a un precio mayor, y luego otros hacen lo mismo, con lo cual las acciones siguen subiendo hasta alcanzar cotas prohibidas.
A medida que los precios son especulativos se van alejando más y más del valor real del producto, hasta que ya no dan más y el tinglado salta por los aires cuando la burbuja estalla en la cara de los compradores, produciéndose un crack, como se le conoce en inglés.
Entonces, el siguiente paso es la caída de los precios a niveles muy bajos, algunas veces por debajo de su valor real, dejando tras de sí una constelación de deudas y de especuladores arruinados, que es lo que se conoce como crash.
El crash trae consigo mucha depresión —depresión de la economía y depresión de los ciudadanos—, porque muchos de ellos lo habrán perdido todo, como sucedió en la crisis de España del 2008. En las crónicas de las burbujas especulativas existe un personaje muy renombrado a quien se le conoce como el tonto.
El tonto que se deja llevar por la especulación y compra y vende a otro tonto, que a su vez le vende a otro tonto hasta que no hay más tonto que pueda comprar, momento en el cual la burbuja estalla al quedarse sin tontos.
¿Cuáles han sido las cinco burbujas especulativas más importantes de la historia?
1) La Gran Depresión de Estados Unidos
Es una de las crisis más importantes de la historia, descrita en innumerables libros y películas y analizada en numerosas universidades y centros financieros del mundo por las connotaciones que tuvo.
Ocurrió a partir de 1929 después de la Primera Guerra Mundial cuando Estados Unidos experimentó un crecimiento económico inesperado que hizo eco en las cotizaciones de las acciones de grandes compañías y se disparó por toda la nación.
La bonanza económica llevó a las entidades financieras a una campaña crediticia intensa, aprovechada por los ciudadanos, muchos de ellos sin capacidad para pagar, así que cuando el país fue asaltado por la realidad, se percató de que el exceso de confianza había sido un gran error que produjo un crash que se prolongó durante varios años.
2) La década perdida de Japón
La Segunda Guerra Mundial fue un desastre para Japón, porque sufrió los inéditos y crueles ataques de Hiroshima y Nagasaki, dos ciudades usadas para el tenebroso ensayo de la bomba atómica que produjo cientos de miles de muertos, cuyas secuelas se sienten todavía hoy, 75 años después.
Esos ataques obligaron al emperador a firmar la rendición ante los aliados, así que no hay que echar a volar mucho la imaginación para suponer las condiciones depauperadas que minaron la moral de ese país, con el orgullo herido y una cicatriz cruzando el cuerpo mancillado de toda la nación.
Pero el Japón, así castigado, tuvo la voluntad de pararse sobre sus ruinas, reconstruyéndose de tal manera que a la esplendorosa etapa económica que le siguió se la describió como “milagrosa”, pues la economía creció a un ritmo de 10% anual.
Fue tal el crecimiento que se decía que el área metropolitana de Tokio tenía el mismo valor que todo Estados Unidos, el Palacio Imperial valía más que el estado de California y el distrito de Chiyoda-ku más que Canadá.
Su mayor crecimiento lo tuvo en la década del 80-90, cuando el precio de los inmuebles experimentó aumentos de hasta 75 veces su valor, y cientos de empresas de otros países fueron a invertir allí, llegando a suponer el 20% de la riqueza mundial.
Hasta que en 1990 la burbuja especulativa reventó con tal estruendo que el Banco Central de Japón debió intervenir para aumentar las tasas de interés con el fin de devolver al país a la cordura. A esa década se la conoce como la década perdida.
3) La crisis del 2008
La crisis de las hipotecas tóxicas, como se le llamó, comenzó en Estados Unidos y se disparó por todo el mundo, siendo calificada como la última gran crisis de occidente.
España fue uno de los países más golpeados por el coletazo de la burbuja financiera que trajo como consecuencia un desastre para millones de personas que perdieron sus viviendas, en medio del colapso financiero que se produjo.
El colapso se manifestó en una caída abrupta de las bolsas, desestabilizando al sistema bancario y ocasionando miles de desempleados, al punto de que el país no parece haberse recuperado por completo, a pesar de los años transcurridos.
4) La burbuja de las empresas informáticas
El auge del Internet produciría una de las burbujas más recordadas. Las empresas informáticas crecieron de manera tal en el mundo que alcanzaron valores impresionantes, a pesar de que ese crecimiento no estaba parado en cimientos firmes porque se trataba de una fantasía sin recursos plasmados en la realidad.
Claro que mientras duró, muchos empresarios nutrieron sus arcas con millones de dólares, solo para comprobar unos años después, en el 2002, que todo no era más que un espejismo, que cuando se despejó dejó ver un panorama de negocios nada rentables, y entonces la burbuja de las “puntocom” estalló.
5) La burbuja de los tulipanes
Puede ser la primera burbuja de la historia, pues es la más antigua que se conoce. Ocurrió en 1623 en Holanda (Países Bajos) y se le llamó la crisis de los tulipanes.
En esa época los bulbos de tulipán alcanzaron precios tan estratosféricos que se cuenta de inversionistas que vendieron sus mansiones para acceder a la nueva fortuna burbujeante.
Al final, se convirtió, más bien, en infortunio cuando, cuatro años después, todo se derrumbó. La aparición de las burbujas especulativas siempre está latente.
Por ejemplo, Jeremy Grantham, quien predijo las crisis de Japón, de las puntocom y del 2008, ha venido alertando al mundo acerca de que se está produciendo otra burbuja, a raíz de la pandemia del coronavirus.
Acerca del autor
¡Hola! Soy Gemma Guerrero.
Soy graduada en Economía por la Universidad de Granada. Actualmente, al igual que Arnau estoy estudiando el título oficial de CFA (Cheff Financial Advisor).
Para ello, escribir y publicar en Autorizado Red me ayuda a estar al día con los diferentes conceptos económicos y financieros que he de preparar.