Personas que te critican. Gente que te juzga. ¿Cómo tratar con ellos?

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Antes, ahora y en el futuro. Da igual lo que hagas en tu vida. Ya sea ser empresario o ser empleado. O que intentes hacer tu trabajo lo mejor que puedas. O que intentes ser el mejor en algo. Que decidas vivir en el mismo lugar donde naciste toda la vida. O que hagas deporte habitualmente. Da igual. Siempre habrá alguien que te critique. Que te juzgue. Que te envidie.

Por alguna razón, siempre habrá otra persona que intente plasmar sus miedos, inseguridades y su negatividad sobre lo que haces o dejas de hacer.

Teniendo en cuenta esto ¿cómo podemos gestionar el trato con todas estas personas? ¿Cómo podemos lidiar con nuestro día a día consiguiendo que nos reste la menor cantidad de energía posible?

E aquí lo bueno:

1. Aléjate de las personas negativas

Hay personas que son tremendamente negativas. Son los suficientemente ególatras como para pensar que el mundo está confabulado contra él/ella. Son tan narcisistas para creer que todo es culpa suya. Dependiendo de lo conscientes que sean del problema, tendrán más o menos intención de solucionarlo. En base a ello les puedes intentar ayudar. Pero en muchas ocasiones no servirá de mucho. La mayoría de las veces, lo mejor es alejarte. Consejo no pedido, consejo no escuchado. No se trata de no ayudar a nadie. No. Pero hay personas que hacen que un problema suyo, también sea nuestro.

2. La persona que más te critica

Eres tú mismo. Es fácil fijarnos y quejarnos de las críticas del exterior. Pero la persona que más te critica generalmente eres tú mismo. Nosotros mismos. No por la auto-exigencia que nos imponemos. Sino por el miedo que tenemos sobre la opinión que tendrán otros sobre nosotros.

Es normal. Nos viene de muy atrás.

Hace muchos miles de años uno de los factores determinantes en nuestra supervivencia estaba directamente relacionado sobre la opinión que tenía la manada sobre nosotros y nuestra posibilidad de reproducirnos. De ahí que, como mejor nos vea el resto, mejor nos irá. Por lo que nuestros instintos más primitivos nos empujan ha darles demasiada importancia a lo que piensa el resto del mundo de nosotros.

Pero hoy en día, que la gente nos critique, no significa que realmente le importemos. En general, las personas que te critican simplemente hacen eso. Pero no les importa cómo te va y qué haces. Lo que significa que la mejor opción es ignorar estas críticas y seguir haciendo lo que haces. Piensa en esto cuando veas a alguien criticar a otra persona: ¿Crees que la persona que está criticando dejará de dormir por lo que está diciendo? ¿Tanto le preocupa? En pocas ocasiones la respuesta será afirmativa. La mayoría de las veces es chismorreo. Y la mayoría de las veces lo hacemos sin que realmente nos importe.

Hay muchas personas que tienen miedo escénico a hablar en público. Es algo habitual. Pero en general, cuando hablas en público, las personas que te escuchan están sentadas. Tranquilas. No tienen ningún tipo de tensión, ni están alertas para reírse y comentar todos y cada uno de los errores que cometes. Un buen consejo para relajarse antes de hablar en público es imaginar la sensación que tienen los que están en frente tuya. Si crees que están relajados, probablemente te ayudará a ti mismo a relajarte. Y te lo tomarás con más tranquilidad.

3. La verdad sobre las críticas

La verdad sobre las críticas es que la mayoría están en tu cabeza. Tendemos a recordar con mucha más facilidad los sucesos negativos que hemos tenido, que los positivos. Nuestra memoria es muy selectiva. Una vez más, nos viene de cuando íbamos en taparrabos. Para sobrevivir, nos convenía mucho más recordar las cosas malas que nos habían pasado, que las buenas.

Pero los tiempos han cambiado. Y no necesitamos dedicar tanto esfuerzo, tiempo y energía en recordar todo lo malo que dicen sobre ti o todo lo malo que te ha pasado. Puedes gestionar y dedicar esa energía a hacer cosas mucho mejores. Está bien aprender de los errores, pero no hay que obsesionarse con ello.

4. Céntrate en la carretera y no en la pared

Mario Andretti es uno de los pilotos más famosos de la historia. Ha ganado la Indianapolis 500, un campeonato de Formula 1, y otras muchas carreras. Cuando le preguntaron qué consejo daría a jóvenes pilotos que estaban empezado dijo: “Tienen que centrarse en la carretera. Olvidad la pared. El coche va donde van los ojos.”

El mismo consejo se puede aplicar en casi cualquier cosa que hagas. Ya sea tu trabajo, tu hobby, o la crítica de otros.

La negatividad y las críticas de otras personas sobre ti mismo son como una pared. Un muro. Si te centras en ello, irás directo a ello. Y te estamparás. Perderás tiempo. Tu mente se bloqueará con mucha más facilidad. Tu atención se dirige hacia donde apuntas. Las críticas suelen ser un factor que distrae sumamente poderoso. Ponlas a un lado. En vez de creer que es un altavoz que resuena, piensa que no va contigo.

5. Cuando es algo positivo

Las críticas no son siempre algo negativo. A veces hay personas que te quieren ayudar. Te lo dicen a la cara. Con respeto. Critican algo que creen que haces mal. Y esto en muchas ocasiones puede ser bueno. Reconocer este tipo de críticas es bueno. Se caracterizan por venir de gente que te aprecia y te respeta. Por personas honradas, que lo que quieren es mejorar la calidad de su relación contigo. Es importante que sepas distinguirlas, porque te pueden ayudar mucho.

 

Acerca del autor

Redactor y editor | agomis@autorizadored.es | + posts

Mi nombre es Arnau Gomis y soy de Sabadell.

Hace aproximadamente tres años que empecé a escribir, publicar y editar artículos en diferentes páginas webs.

Estoy especializado finanzas e inversión. Me encanta invertir en empresas y en activos, en especial: acciones de empresas que tienen fuertes ventajas competitivas.

Estoy graduado en Administración y Dirección de Empresas por la UOC, con máster en "Especialización en Decisiones de Inversión". Por otro lado, actualmente estoy estudiando y preparando el CFA.

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