Unos 65 estudiantes de la UCLA (Universidad de Los Ángeles) participaron en un estudio para saber cómo reaccionaban a diferentes estímulos y esfuerzos durante varias semanas.
El estudio se basaba en un período de diez semanas, de las cuales podíamos subdividir en tres períodos. Durante la primera fase, que correspondía a las tres primeras semanas, los participantes debían de ir adquiriendo una serie de hábitos matutinos, los cuales se basaban principalmente en el desayuno que tomaban y en ver si eran capaces de leer a primera hora de la mañana.
La segunda etapa se basó en seguir realizando las mismas actividades, pero estaba vez debían de anotar de forma detallada las sensaciones que tenían cada mañana antes de ponerse manos a la obra.
Finalmente, la tercera etapa y última, era la más corta y correspondía a indicar los cambios que habían habido en los diferentes estudiantes y las sensaciones que habían tenido durante todo el estudio.
Durante las primeras semanas, a muchos estudiantes les pareció relativamente sencillo desayunar alimentos sanos y leer algo interesante, como las noticias en un periódico regional, nacional o internacional. Sin embargo…
El segundo período coincidió con dos variables determinantes:
- Los estudiantes entraron en período de exámenes.
- Los estudiantes ya llevaban tres semanas intentando realizar acciones a las que no estaba acostumbrados.
Al finalizar el estudio se pudo comprobar como durante su segunda parte, y durante la época de exámenes, la motivación y la fuerza de voluntad de los estudiantes decayó sobremanera. Sin embargo, también arrojó otros resultados igualmente interesantes en el sentido opuesto.
Aquellos estudiantes que antes del estudio tendían a realizar desayunos sanos, a leer algo por la mañana o ambas cosas, fueron capaces más fácilmente de seguir manteniendo estas acciones incluso en época de exámenes. Durante los períodos en los que no habían exámenes, los estudiantes disponían de mucha más energía para controlar sus impulsos y su fuerza de voluntad. Pero no pasaba lo mismo en las semanas en las que requerían un mayor número de horas de estudio, dedicación y esfuerzo mental.
Contenido del artículo:
El hábito para controlar la fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad no es ilimitada. Más bien trabaja como un músculo. La podemos entrenar y mejorar. Pero también podemos utilizarla en exceso y que deje de funcionar durante un tiempo.
Parece que el anterior estudio nos dice que los hábitos son una buena forma de realizar una acción sin necesidad de acceder tanto a nuestra fuerza de voluntad. Lo que significa que esas acciones pueden ser mucho más sencillas de hacer.
Es cierto que todo es mucho más complejo, teniendo en cuenta que hablamos de la personalidad del ser humano. Pero de forma muy básica podemos intuir que funcionamos mejor con los hábitos y no con pequeños arranques de voluntad a la hora de la consecución de un objetivo.
Parece cierto que las acciones que podemos considerar como hábitos se disparan de forma automática y requerimos de mucho menos esfuerzo para poder realizarlas. Por ello, es importante centrarse en construir hábitos saludables y crear un estilo de vida, y no en hacer determinadas acciones en determinados momentos.
Más que marcarse un objetivo, cambia el entorno
Ahora es año nuevo. Siempre para año nuevo queremos ponernos muchos objetivos nuevos a cumplir. La mayoría de las veces no cumplimos ninguno. La principal razón es que los planteamos de forma errónea:
- No se concreta exactamente lo que se quiere conseguir.
- No se concreta cómo se va a conseguir.
- Se pasa de 0 a 100. La fuerza de voluntad no es ilimitada. Es un músculo, y se desgasta.
Queremos empezar a hacer el ejercicio. ¿Qué significa esto? Es una afirmación y un algo demasiado generalizado. Antes, debemos hacernos preguntas como:
- ¿Cuál es la razón por la que quieres empezar a hacer ejercicio? ¿Perder peso, ganar masa muscular? ¿Tener un mejor estilo de vida?
- ¿Cómo voy a hacer deporte? ¿Correr? ¿Bici? ¿Judo? ¿Halterofilia?
- ¿Cómo voy a empezar? ¿Paso a paso o cinco días a la semana?
- Dejar de fumar ¿Cómo? ¿A partir de cuándo? ¿Hay algún plan?
- Adelgazar ¿Cuantos kg semanales? ¿Mediante qué tipo de dieta? ¿Es a largo plazo o quieres perderlo todo en un par de meses?
- Leer más ¿Cuántos libros al mes? ¿Qué tipo de libros? ¿A qué hora del día?
Marcarse objetivos no esta mal. Pero no es lo más efectivo para construir nuevos hábitos. Lo más efectivo es cambiar el contexto.
Cambiar el contexto no es más que lo que dice la palabra: cambiar nuestro entorno. Si la mayoría de nuestras relaciones hacen poco deporte y sobretodo lo menosprecian, es mucho más difícil que acabemos haciendo deporte. Si tu pareja tiene sobrepeso, fuma o simplemente pasa de cuidar su maquinaria, es probable que de alguna manera tiendas a ello.
Por eso, intenta cambiar el entorno según el nuevo hábito que quieras conseguir. De esta forma, se necesita menos fuerza de voluntad para la repetición de una tarea. No es una cuestión de poner objetivos, sino de cambiar el estilo de vida.
[box] Recursos:- Estudio: How Do People Adhere to Goals When Willpower Is Low? The Profits
(and Pitfalls) of Strong Habits. [/box]
Acerca del autor
Mi nombre es Silvia Guijarro.
Soy editora jefe en Autorizado Red. Me encanta escribir textos, especialmente si son sobre economía y finanzas.
Curso estudios de Economía y Finanzas por la Universidad de Deusto.