Empatizar no significa sentir lástima por una persona que nos da pena. Significa responder honestamente a la pregunta de: ¿Por qué ha hecho eso?
Las respuestas habituales son: “Porque es tonto.” O también: “Porque no es buena persona.” Además de habituales, también suelen ser respuestas erróneas.
Somos capaces de empatizar cuando estamos cerca de una persona mayor y conversamos, porque sabemos que probablemente esa persona esté pensando lo rápido que le ha pasado la vida. Y porque sabemos que con suerte, algún día tendremos su mismo sentimiento. Porque probablemente esa persona está muy sola en el mundo y nadie la escuche.
Somos capaces de empatizar cuando fallece el familiar de un amigo cercano, y no sólo vamos al funeral, sino que nos acordamos un año después de que haya pasado.
Somos capaces de empatizar cuando discutimos con alguien y comprendemos de dónde vienen, en qué creen y qué saben.
La empatía es una habilidad muy poco común y difícil de mejorar. Antes de juzgar, debemos plantearnos quién es la persona que tenemos delante.
Más información en este artículo de Seth Godin.