Hace poco un buen amigo me recomendó el libro de “El hombre anumérico” de John Allen Paulus. Es un ensayo por parte de un matemático divulgador, cuyo principal objetivo no es más que hacer ver la falta de conocimiento a la hora de saber aplicar las matemáticas en el día a día.

Nos enseñan a sumar, restar, multiplicar y dividir. Aritmética y geometría básica. Pero, ¿sabemos realmente darle un uso práctico más haya de lo teórico?

El ejemplo más habitual que utiliza el autor es a través de la estadística; mostrando cómo se puede llegar a hacer un uso nulo o incorrecto de la misma. Escribiendo cifras de cabeza, un ser humano que nace, crece y vive en un país desarrollado tiene:

Un 1% de posibilidades de sufrir un accidente doméstico normal.
Un 2% de sufrir un accidente de tráfico.
Un 5% de sufrir otros tipos de accidentes.
El porcentaje aumenta en caso de cáncer o enfermedades cardiovasculares. Por separado, no parecen gran cosa. Pero cuando se juntan todas ellas, las posibilidades que tenemos de contraer alguna de ellas durante la vida superan el 50%.

Estamos expuestos a sufrir una de estas enfermedades. El problema es la irracionalidad del ser humano y su capacidad para aumentar dichos riesgos de manera deliberada. Si fumas aumentará considerablemente las probabilidades de cáncer. Si conduces ebrio o muy cansado, las de tener un accidente de tráfico. Si te alimentas mal y no haces deporte, veremos cómo de sano está tu corazón con el paso de los años.

Muchas personas tienen un miedo terrible a los aviones. Pero no les importa conducir sin el cinturón de seguridad, cansados o sobrepasando la velocidad límite con el coche. La realidad es que mueren muchas más personas en la carretera cada año que encima de un avión. En 2015 el número de personas que murieron por un accidente de avión fue de 428. Por contra, las personas que fallecieron en las carreteras asciende a 1,25 millones. Esto significa que por cada muerte que se produce por un accidente de avión, hay unas 3.000 por accidentes de tráfico.

¿Te dan miedo los tiburones? ¿Y los mosquitos? Probablemente lo primero sí, y lo segundo no tanto. Sin embargo, el mosquito es portador de la malaria, uno de los principales asesinos de seres humanos a nivel mundial. En cambio, al año sólo hay varios ataques de tiburones en todo el planeta. Raramente son mortales.

Un ejemplo menos macabro: supongamos que un broker online dispone de unos 30.000 emails para enviar su newsletter. Siempre con un tono adornado y utilizando tecnicismos que el ciudadano medio no entendería (el ciudadano anumérico):

Envía su primer newsletter al 50% de los emails diciendo que la bolsa subirá la semana que viene. Al otro 50% les envía que la bolsa bajará.
A la semana siguiente, seguro que habrá acertado con un 50%. Coge esa parte de emails a los que les ha enviado la “previsión” correcta, y los vuelve a dividir en dos. A una mitad les vuelve a enviar su “pronóstico” diciendo que la bolsa subirá la semana siguiente y a la otra mitad, diciendo lo contrario. Una vez más, es seguro que acertará con una de las mitades.
Seguirá repitiendo el proceso, hasta que finalmente se quede con unos 1.000-1.500 emails a los que les haya acertado en todas y cada una de sus “previsiones”.
A estos emails, después de haberles hecho entre 6-7 “previsiones” correctas, les enviará un último correo ofertándoles las próximas 3 “previsiones” semanales a cambio de una tarifa de 500$.

Teniendo en cuenta que los emails estarán mucho más adornados que el texto anterior, muchas personas que desconozcan por completo las matemáticas se verán tentadas a adquirir esta jugosa oferta. ¡Un tipo les ha enviado una previsión correcta de la tendencia de la bolsa durante más de 6 semanas! Basta con multiplicar para saber el beneficio potencial que puede tener este timo. Ojito con los que hacen previsiones a corto plazo de algo tan volátil como los mercados financieros.

Otro famoso debate que hay a diario: ¿existe vida extraterrestre? ¿Se puede considerar inteligente? ¿Nos han visitado a lo largo de la historia? Un buen libro que hace uso de los datos y de la estadística para contestar a las tres cuestiones planteadas es el escrito por Isaac Asimov: “Civilizaciones extrarrestres”.

En el libro, Asimov aborda la posibilidades reales de que una inteligencia extraterrestre nos haya visitado; partiendo de los planetas que pueden albergar vida extraterrestre a lo largo del universo (que no son pocos), los que además tienen un satélite como el nuestro (la luna), y que no están demasiado lejos como para poder desplazarse sin estar varios miles de años luz de camino. Al final, te das cuenta de que no basta con utilizar el argumento de: “El universo es demasiado grande como para que no hayan civilizaciones más inteligentes que la nuestra y que no nos hayan visitado.”

Es importante no aprender sólo el uso teórico de las matemáticas y enseñar a utilizarlas a diario. Las matemáticas están por todo. La menta del ser humano tiende a ser bastante selectiva y poco objetiva. Los datos no.