El doble gasto consiste en utilizar las mismas monedas múltiples veces, un hecho delictivo que afecta sobremanera al mundo de las criptomonedas por su carácter descentralizado.
Es como si una persona que tiene en el banco quinientos euros pagara dos veces esos quinientos euros con cheques, al mismo tiempo. Uno de los receptores sería estafado.
El doble gasto es el riesgo de las criptomonedas a ser duplicadas y usadas en varias ocasiones, lo cual ocurre porque se trata de un dinero descentralizado que no tiene un ente central que lo controle.
Es decir, el punto débil de las bitcoin es que no tienen un banco central con libros de transacciones almacenados en muchos servidores para evitar este tipo de delitos. Con las monedas centralizadas este problema se resuelve porque un tercero certifica si la moneda ya ha sido gastada.
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Aspectos relacionados con el doble gasto
Otras formas son los ataques Finney, los ataques Vector76, el ataque BigSpender y la peor de todas, el ataque del 51%. El ataque del 51% se produciría en caso de que un grupo de mineros con control del 51% del poder hash de la red acordara reorganizar la transacción.
De esta manera los atacantes evitarían que se confirmasen nuevas transacciones, con lo cual interrumpirían los pagos entre algunos o todos los usuarios de la red y al mismo tiempo, anularían las transacciones ya realizadas, lo que representaría una duplicación de los gastos.
Bitcoin Gold (BTG) es una de las bifurcaciones de Bitcoin que ha sido golpeada en dos oportunidades con este ataque, los años 2018 y 2020.
Pero se cree muy improbable que las propias bitcoin sufran un ataque similar, pues los expertos estiman que, si lo hicieran, los atacantes estarían acabando con la gallina de los huevos de oro, ya que tendrían que ponerse de acuerdo todos los mineros para inutilizar el poder de la criptomoneda, destruyéndolo.
El llamado ataque de carrera tiene como protagonista a un comerciante o receptor que acepta una transacción sin confirmación alguna.
Entonces, cuando la transacción ha sido aceptada y se han entregado los bienes, el atacante envía una transacción conflictiva a otra dirección con una tasa más alta obligando a validarla antes que la transacción inicial.
El doble gasto es un delito que se ha cometido desde el mismo momento en que surgieron las criptomonedas, quizás porque al nacer la ley, con ella también ya están naciendo los delincuentes que la van a violar.
¿Cómo nos podemos proteger ante los ataques de doble gasto?
Chaum se percató de que el dinero podría ser duplicado y creó un sistema para protegerse. Se trataba de un sistema criptográfico al que llamó firmas ciegas donde el emisor desconocía el origen del dinero; este sistema tenía un servidor central que evitaba el doble gasto por el control que ejercía sobre las monedas.
Pero en la “solución” estaba la falla, porque, como se trataba de un sistema centralizado, podía ser atacado y controlado, con el riesgo de exponer a los usuarios del servicio.
La red Bitcoin creada por Satoshi Nakamoto cambió el sistema centralizado por uno de consenso donde numerosos nodos de la red realizan validaciones y operaciones (blockchain) y reciben una recompensa por su trabajo honesto.
En el caso de que un nodo deshonesto quisiera realizar un ataque, tendría que enfrentar a los demás nodos honestos, cosa muy improbable. De esa manera, Nakamoto se cubría las espaldas, porque a medida que aumenta el poder de la red, es todavía menos posible que se produzca un ataque.
Bitcoin está cubierto de doble gasto (aunque en el mundo nada es absoluto), pues se basa en la honestidad de sus “empleados”, los mineros, y del protocolo se use como debe ser.
Si los usuarios esperan que las transacciones se confirmen en un solo bloque, no es fácil que el remitente las deshaga, pues para eso tendría que revertir las blockchain, y no hay manera realista de que eso ocurra.
Las empresas de criptomonedas también han enfrentado el problema con el algoritmo de consenso de la función hash. Pues, cuando se ejecuta un determinado número de datos a través de esta función, hay un hash único que los genera.
Entonces, en caso de producirse un cambio de los datos por muy pequeño que sea, se creará un hash irreconocible en comparación con el hash original. Aun con las medidas tomadas, el doble gasto sigue siendo un problema porque donde hay dinero en abundancia pululan los delincuentes ávidos de fortunas fáciles, y eso será así hasta el final de los tiempos.
Acerca del autor
¡Hola! Soy Gemma Guerrero.
Soy graduada en Economía por la Universidad de Granada. Actualmente, al igual que Arnau estoy estudiando el título oficial de CFA (Cheff Financial Advisor).
Para ello, escribir y publicar en Autorizado Red me ayuda a estar al día con los diferentes conceptos económicos y financieros que he de preparar.