Capitalismo

Puntos clave sobre el capitalismo:
  • El capitalismo es un sistema económico caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción, especialmente en el sector industrial.
  • El capitalismo depende de la aplicación de los derechos de propiedad privada, que proporcionan incentivos para la inversión y el uso productivo del capital productivo.
  • El capitalismo se desarrolló históricamente a partir de los sistemas anteriores de feudalismo y mercantilismo en Europa, y expandió de forma espectacular la industrialización y la disponibilidad a gran escala de bienes de consumo masivo.
  • El capitalismo puro puede contrastarse con el socialismo puro (en el que todos los medios de producción son colectivos o de propiedad estatal) y con las economías mixtas (que se sitúan en un continuo entre el capitalismo puro y el socialismo puro).
  • La práctica del capitalismo en el mundo real suele implicar un cierto grado del llamado “capitalismo de amiguetes” debido a las demandas de las empresas de una intervención gubernamental favorable y al incentivo de los gobiernos para intervenir en la economía.

¿Qué es el capitalismo?

El capitalismo es un sistema económico en el personas y/o empresas son propietarios de bienes de capital.

La producción de bienes y servicios se basa en la oferta y la demanda en un determinado mercado. A esto se le conoce como economía de mercado. No está planificada por un ente central; conocida como economía planificada o economía dirigida.

La forma más pura de capitalismo es el mercado libre o el capitalismo del laissez-faire. En este caso, los particulares no tienen restricciones. Pueden determinar dónde invertir, qué producir o vender y a qué precios intercambiar bienes y servicios. El mercado del laissez-faire funciona sin ningún tipo de control.

En la actualidad, la mayoría de los países practican un sistema capitalista mixto que incluye cierto grado de regulación gubernamental de las empresas y la propiedad de determinadas industrias.

Desde el punto de vista funcional, el capitalismo es un proceso mediante el cual se pueden resolver los problemas de la producción económica y la distribución de los recursos.

En lugar de planificar las decisiones económicas a través de métodos políticos centralizados, como ocurre con el socialismo o el feudalismo, la planificación económica en el capitalismo se produce a través de decisiones descentralizadas y voluntarias.

Pilares del capitalismo

El capitalismo se basa en los siguientes pilares:

  1. La propiedad privada, que permite a las personas ser propietarias de bienes tangibles, como suelo, terreno, casas, y de bienes intangibles, como las acciones y los bonos.
  2. El interés propio, por el que las personas actúan en busca de su propio bien, sin tener en cuenta la presión sociopolítica. Sin embargo, estos individuos descoordinados acaban beneficiando a la sociedad como si, en palabras de la Riqueza de las Naciones de Smith de 1776, estuvieran guiados por una mano invisible.
  3. La competencia, a través de la libertad de las empresas para entrar y salir de los mercados, maximiza el bienestar social, es decir, el bienestar conjunto de productores y consumidores.
  4. Un mecanismo de mercado que determina los precios de forma descentralizada a través de las interacciones entre compradores y vendedores; los precios, a su vez, asignan los recursos, que naturalmente buscan la mayor recompensa, no sólo para los bienes y servicios, sino también para los salarios.
  5. La libertad de elección con respecto al consumo, la producción y la inversión: los clientes insatisfechos pueden comprar otros productos y servicios, los inversores pueden buscar empresas más lucrativas, los trabajadores pueden dejar sus puestos de trabajo para obtener una mejor remuneración.
  6. Papel limitado del gobierno, para proteger los derechos de los ciudadanos privados y mantener un entorno ordenado que facilite el buen funcionamiento de los mercados.
  7. El grado de funcionamiento de estos pilares distingue varias formas de capitalismo. En los mercados libres, también llamados economías de laissez-faire, los mercados funcionan con poca o ninguna regulación.
  8. En las economías mixtas, llamadas así por la mezcla de los agentes económico y gobierno, los mercados desempeñan un papel dominante, pero están regulados en mayor medida por el gobierno para corregir los fallos del mercado, como la contaminación y la congestión del tráfico; promover el bienestar social; y por otras razones, como la defensa y la seguridad pública. En la actualidad predominan las economías capitalistas mixtas.
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Capitalismo y propiedad privada

Los derechos de propiedad privada son fundamentales para el capitalismo.

La mayoría de los conceptos modernos de la propiedad privada se derivan de la teoría de John Locke sobre la propiedad doméstica, en la que los seres humanos reclaman la propiedad mediante la mezcla de su trabajo con recursos no reclamados.

Una vez que se tiene la propiedad, los únicos medios legítimos de transferirla son el intercambio voluntario, las donaciones, la herencia o la recuperación de la propiedad abandonada.

La propiedad privada promueve la eficiencia al dar al propietario de los recursos un incentivo para maximizar el valor de su propiedad. Así, cuanto más valioso sea el recurso, mayor será el poder de negociación que proporcione al propietario. En un sistema capitalista, la persona que posee la propiedad tiene derecho a cualquier valor asociado a esa propiedad.

Para que los individuos o las empresas puedan desplegar sus bienes de capital con confianza, debe existir un sistema que proteja su derecho legal a poseer o transferir la propiedad privada. Una sociedad capitalista se basará en el uso de contratos, intecambios justos y derecho de daños para facilitar y hacer cumplir estos derechos de propiedad privada.

Cuando una propiedad no es privada sino compartida por el público, puede surgir un problema conocido como la tragedia de los comunes.

Con un recurso de uso común, que todas las personas pueden utilizar y al que ninguna puede limitar el acceso, todos los individuos tienen un incentivo para extraer todo el valor de uso que puedan y ningún incentivo para conservar o reinvertir en el recurso. La privatización del recurso es una posible solución a este problema, junto con varios enfoques de acción colectiva voluntaria o involuntaria.

Capitalismo, beneficios y pérdidas

Capitalismo
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Los beneficios están estrechamente relacionados con el concepto de propiedad privada.

Por definición, un individuo sólo entra en un intercambio voluntario de propiedad privada cuando cree que el intercambio le beneficia de alguna manera psíquica o material. En estos intercambios, cada parte obtiene un valor subjetivo adicional, o beneficio, de la transacción.

El comercio voluntario es el mecanismo que impulsa la actividad en un sistema capitalista.

Los propietarios de los recursos compiten entre sí por los consumidores, que a su vez compiten con otros consumidores por los bienes y servicios. Toda esta actividad está integrada en el sistema de precios, que equilibra la oferta y la demanda para coordinar la distribución de los recursos.

Un capitalista obtiene el mayor beneficio utilizando los bienes de capital de la forma más eficiente y produciendo el bien o servicio de mayor valor.

En este sistema, la información sobre lo que tiene mayor valor se transmite a través de los precios a los que otro individuo compra voluntariamente el bien o servicio del capitalista.

Los beneficios son una indicación de que los insumos menos valiosos se han transformado en productos más valiosos. Por el contrario, el capitalista sufre pérdidas cuando los recursos de capital no se utilizan de forma eficiente y, en cambio, crean productos menos valiosos.

¿Es el feudalismo la raíz del capitalismo?

Feudalismo y capitalismo
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El capitalismo surgió del feudalismo europeo.

Hasta el siglo XII, menos del 5% de la población europea vivía en ciudades. Los trabajadores cualificados vivían en la ciudad, pero recibían su sustento de los señores feudales en lugar de un salario real, y la mayoría de los trabajadores eran siervos de los nobles terratenientes.

Sin embargo, a finales de la Edad Media las ciudades comenzaron a tener un enorme crecimiento poblacional, convirtiéndose en centros de industria y comercio, y adquiriendo cada vez más importancia económica.

La llegada de verdaderos salarios ofrecidos por los oficios animó a más gente a trasladarse a las ciudades, donde podían obtener dinero en lugar de subsistencia a cambio de trabajo. Los hijos e hijas de más de las familias que necesitaban ponerse a trabajar, podían encontrar nuevas fuentes de ingresos en las ciudades de comercio.

El trabajo infantil formaba parte del desarrollo económico de la ciudad tanto como la servidumbre formaba parte de la vida rural.

El crecimiento del capitalismo industrial

Las ideas de Smith fueron muy oportunas, ya que la Revolución Industrial empezaba a provocar los primeros temblores que pronto sacudirían a Occidente.

La mina de oro (a menudo literal) del colonialismo había aportado nuevas riquezas y una nueva demanda de los productos de las industrias nacionales, que impulsaron la expansión y la mecanización de la producción.

A medida que la tecnología avanzaba y las fábricas ya no tenían que construirse cerca de las vías fluviales o de los molinos de viento para funcionar, los industriales comenzaron a construir en las ciudades, donde ahora había miles de personas para suministrar mano de obra preparada.

Revolucion, Industrial
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Los magnates industriales fueron los primeros en amasar su riqueza a lo largo de su vida, superando a menudo a los nobles terratenientes y a muchas de las familias prestamistas/bancarias.

Por primera vez en la historia, gente pudiente o de bajo poder adquisitivo podían llegar a ser muy ricos. Los mejores ejemplos los podemos encontrar en emprendedores del ferrocarril en Estados Unidos, por ejemplo. O magnates del petróleo que tuvieron suerte a la hora de comprar tierras ricas en este combustible fósil.

La nueva masa de dinero construyó más fábricas que requerían más mano de obra, a la vez que producían más bienes para que la gente los comprara.

Durante este periodo, el término “capitalismo” (originado de la palabra latina “capitalis”, que significa “cabeza de ganado”) fue utilizado por primera vez por el socialista francés Louis Blanc en 1850, para significar un sistema de propiedad exclusiva de los medios de producción industrial por parte de individuos privados en lugar de la propiedad compartida.

Rockefeller
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El capitalismo tiene múltiples matices

Los economistas clasifican el capitalismo en diferentes grupos utilizando diversos criterios.

El capitalismo, puede dividirse simplemente en dos tipos, en función de cómo se organiza la producción.

En las economías de mercado liberales, predomina el mercado competitivo y la mayor parte del proceso de producción tiene lugar de forma descentralizada, similar al capitalismo de libre mercado que se observa en Estados Unidos y el Reino Unido.

Las economías de mercado coordinadas, en cambio, intercambian información privada a través de instituciones no comerciales, como los sindicatos y las asociaciones empresariales, como en Alemania y Japón.

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Más recientemente, los economistas han identificado cuatro tipos de capitalismo que se distinguen según el papel del espíritu empresarial (el proceso de creación de empresas) en el impulso de la innovación y el entorno institucional en el que se ponen en marcha las nuevas ideas para estimular el crecimiento económico.

En el capitalismo guiado por el Estado, el gobierno decide qué sectores crecerán. Motivado inicialmente por el deseo de fomentar el crecimiento, este tipo de capitalismo tiene varios escollos: inversión excesiva, elección de los ganadores equivocados, susceptibilidad a la corrupción y dificultad para retirar el apoyo cuando ya no es apropiado. El capitalismo oligárquico está orientado a proteger y enriquecer a una fracción muy reducida de la población.

El crecimiento económico no es un objetivo central, y los países con esta variedad tienen mucha desigualdad y corrupción.

El capitalismo de grandes empresas aprovecha las economías de escala. Este tipo es importante para la producción en masa de productos. El capitalismo empresarial produce avances como el automóvil, el teléfono y el ordenador.

Estas innovaciones suelen ser producto de individuos y nuevas empresas. Sin embargo, se necesitan grandes empresas para producir y comercializar en masa nuevos productos, por lo que una mezcla de capitalismo empresarial y de gran empresa parece lo mejor. Éste es el que caracteriza a Estados Unidos más que a ningún otro país.

Contras o desventajas del capitalismo

Aunque muchos economistas y heruditos consideran el capitlismo como el mejor sistema económico que ha tenido la historia de la humanidad, no está carente de desventajas, contras o problemas.

El capitalismo, está lejos de ser un sistema económico social perfecto.

Algunas de las pegas que podemos encontrar en este sistema economíco:

Proliferación de paraísos fiscales

paraísos fiscales capitalismo
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Los paraísos fiscales, no deberían ser algo malo persé.

El problema sobreviene cuando existen ocultación de capitales. O mejor dicho, secreto bancario sobre la procedencia de determinado capital.

Muchas regiones que son consideradas como paraísos fiscales resultan atractivos para delincuentes, estafadores o políticos corruptos, puesto que la procedencia del capital queda debidamente salvaguardada y en secreto.

Estas regiones, consideradas como paraísos fiscales, se benefician de tener tan lucrosos clientes en sus bancos privados.

Desigualdades sociales

Pobreza y capitalismo
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Una de las mayores críticas que se asocia al capitalismo es la desigualdad social que podemos encontrar en determinados países.

Por ejemplo, Estados Unidos es la primera potencia mundial y la región donde hay un mayor número de fortunas. Sin embargo, también tienen un índice Gini elevado. Este índice indica el nivel de desigualdad económica y social en un país.

Aunque en Estados Unidos se presume de meritocracia y es considerada como la “tierra de las oportunidades”, la realidad nos dice que esto no es así. En la inmensa mayoría de las veces los niveles de riqueza y bienestar económico son heredables y pasan de una generación a otra. Para bien y para mal.

Un chico de una familia pudiente tendrá muchas más posibilidades de acceder a una universidad como Harvard, que otro chico negro nacido en un barrio marginal de Filadelfia, por ejemplo.

Contaminación

Contaminación y capitalismo
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El capitalismo parece no tener límites. Esto conlleva a que muchos países estén alcanzando niveles de contaminación demasiado elevados.

Las empresas buscan maximizar beneficios y los estados, maximizar la recaudación de impuestos. En muchas ocasiones, esto es a costa del medio ambiente.

Países emergentes como China o la India, que han experimentado crecimientos económicos espectaculares, también han incrementado los índices de contaminación exponencialmente.

Es posible que existen más pegas y problemas dentro del capitlismo, sin embargo tampoco hay que olvidar que jamás en la historia del ser humano habíamos tenido los niveles de bien estar social que se han alcanzado en las últimas décadas. Cada año que pasa, por ejemplo, menos personas viven dentro del umbral de la pobreza. 

Oferta y demanda

El modelo económico de la oferta y la demanda establece que el precio P de un producto viene determinado por el equilibrio entre la producción a cada precio (oferta S) y los deseos de quienes tienen poder adquisitivo a cada precio (demanda D): el diagrama muestra un desplazamiento positivo de la demanda de D1 a D2, lo que se traduce en un aumento del precio (P) y de la cantidad vendida (Q) del producto.

En las estructuras económicas capitalistas, la oferta y la demanda pertenecen a un modelo económico de determinación de precios en un mercado.

Postula que, en un mercado perfectamente competitivo, el precio unitario de un determinado bien variará hasta establecerse en un punto en el que la cantidad demandada por los consumidores (al precio actual) será igual a la cantidad suministrada por los productores (al precio actual), dando lugar a un equilibrio económico de precio y cantidad.

Las “leyes básicas” de la oferta y la demanda, descritas por David Besanko y Ronald Braeutigam, son estas:

  1. Si la demanda aumenta (la curva de la demanda se desplaza hacia la derecha) y la oferta no cambia, se produce una escasez, lo que conduce a un precio de equilibrio más alto.
  2. Si la demanda disminuye (la curva de la demanda se desplaza hacia la izquierda) y la oferta no cambia, se produce un excedente, lo que conduce a un precio de equilibrio más bajo.
  3. Si la demanda no cambia y la oferta aumenta (la curva de la oferta se desplaza hacia la derecha), se produce un excedente que conduce a un precio de equilibrio más bajo.Si la demanda no varía y la oferta disminuye (la curva de la oferta se desplaza hacia la izquierda), se produce una escasez que conduce a un precio de equilibrio más alto.

Programa de demanda

La curva de demanda representa la cantidad de un bien que los compradores están dispuestos y pueden adquirir a distintos precios, suponiendo que todos los determinantes de la demanda distintos del precio del bien en cuestión, como la renta, los gustos y las preferencias, el precio de los bienes sustitutivos y el precio de los bienes complementarios, permanecen invariables.

Según la ley de la demanda, la curva de la demanda se representa casi siempre con una pendiente descendente, lo que significa que a medida que el precio disminuye, los consumidores comprarán más del bien.

Al igual que las curvas de oferta reflejan las curvas de coste marginal, las curvas de demanda están determinadas por las curvas de utilidad marginal.

Historia del capitalismo

El capitalismo en su forma moderna se remonta a la aparición del capitalismo agrario y del mercantilismo a principios del Renacimiento, en ciudades-estado como Florencia.

El capital ha existido incipientemente a pequeña escala durante siglos en forma de actividades mercantiles, de alquiler y de préstamo, y ocasionalmente como industria a pequeña escala con algo de trabajo asalariado.

El simple intercambio de mercancías y, en consecuencia, la simple producción de mercancías, que es la base inicial del crecimiento del capital a partir del comercio, tienen una historia muy larga. Los árabes promulgaron políticas económicas capitalistas como el libre comercio y la banca.

Su uso de los números indo-árabes facilitó la contabilidad. Estas innovaciones emigraron a Europa a través de los socios comerciales de ciudades como Venecia y Pisa. El matemático italiano Fibonacci viajó por el Mediterráneo hablando con comerciantes árabes y volvió para popularizar el uso de los números indoárabes en Europa.

Agrario

Los fundamentos económicos del sistema agrícola feudal empezaron a cambiar sustancialmente en la Inglaterra del siglo XVI, ya que el sistema señorial se había desmantelado y la tierra empezó a concentrarse en manos de menos terratenientes con fincas cada vez más grandes.

En lugar de un sistema de trabajo basado en la servidumbre, los trabajadores se empleaban cada vez más como parte de una economía más amplia y en expansión basada en el dinero.

El sistema presionaba tanto a los terratenientes como a los arrendatarios para que aumentaran la productividad de la agricultura con el fin de obtener beneficios; el debilitado poder coercitivo de la aristocracia para extraer los excedentes de los campesinos les animaba a probar mejores métodos, y los arrendatarios también tenían incentivos para mejorar sus métodos con el fin de prosperar en un mercado laboral competitivo.

Los términos de la renta de la tierra empezaban a estar sujetos a las fuerzas económicas del mercado, en lugar de al anterior sistema anquilosado de la costumbre y la obligación feudal.

Mercantilismo

La doctrina económica imperante entre los siglos XVI y XVIII se denomina comúnmente mercantilismo.

Durante este periodo, época de grandes descubrimiento, estuvo asociado a la exploración geográfica de tierras extranjeras por parte de comerciantes, especialmente de Inglaterra y los Países Bajos. El mercantilismo era un sistema de comercio con fines de lucro, aunque las mercancías seguían produciéndose en gran medida por métodos no capitalistas.

La mayoría de los estudiosos consideran la era del capitalismo mercantil y el mercantilismo como el origen del capitalismo moderno, aunque Karl Polanyi argumentó que el sello del capitalismo es el establecimiento de mercados generalizados para lo que él llamó las “mercancías ficticias”, es decir, la tierra, el trabajo y el dinero.

En consecuencia, argumentó que “hasta 1834 no se estableció en Inglaterra un mercado de trabajo competitivo, por lo que no puede decirse que el capitalismo industrial como sistema social existiera antes de esa fecha”.

Inglaterra inició un enfoque a gran escala e integrador del mercantilismo durante la era isabelina (1558-1603).

Una explicación sistemática y coherente de la balanza comercial se hizo pública a través del argumento de Thomas Mun England’s Treasure by Forraign Trade, o el Balance of our Forraign Trade is The Rule of Our Treasure. Fue escrito en la década de 1620 y publicado en 1664.

Los comerciantes europeos, respaldados por los controles estatales, los subsidios y los monopolios, obtenían la mayor parte de sus beneficios mediante la compra y venta de mercancías. En palabras de Francis Bacon, el propósito del mercantilismo era “la apertura y el buen equilibrio del comercio; el fomento de los fabricantes; el destierro de la ociosidad; la represión del despilfarro y los excesos mediante leyes suntuarias; la mejora y el cuidado del suelo; la regulación de los precios…”.

Tras el período de la protoindustrialización, la Compañía Británica de las Indias Orientales y la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, tras las masivas contribuciones de la Bengala mogol, inauguraron una era expansiva del comercio y los intercambios.

Estas compañías se caracterizaron por sus poderes coloniales y expansivos que les otorgaron los Estados-nación.

Durante esta era, los comerciantes, que habían comerciado bajo la etapa anterior del mercantilismo, invirtieron capital en las Compañías de las Indias Orientales y en otras colonias, buscando un retorno de la inversión.

IIº Guerra Mundial

En las décadas inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, las economías de los principales países capitalistas, todos los cuales habían adoptado alguna versión del estado de bienestar, tuvieron un buen rendimiento, restaurando parte de la confianza en el sistema capitalista que se había perdido en la década de 1930.

Sin embargo, a partir de la década de 1970, el rápido aumento de la desigualdad económica, tanto a nivel internacional como dentro de cada país, reavivó las dudas de algunos sobre la viabilidad del sistema a largo plazo. Tras la crisis financiera de 2007-09 y la Gran Recesión que la acompañó, se renovó el interés por el socialismo entre muchas personas en Estados Unidos, especialmente entre los millennials (personas nacidas en los años 80 o 90), un grupo que se había visto especialmente afectado por la recesión.

Los sondeos realizados entre 2010 y 18 descubrieron que una ligera mayoría de millennials tenía una opinión positiva del socialismo y que el apoyo al socialismo había aumentado en todos los grupos de edad, excepto en los de 65 años o más.

Sin embargo, hay que señalar que las políticas realmente favorecidas por estos grupos difieren poco en su alcance y propósito de los programas de regulación y bienestar social del New Deal de la década de 1930 y apenas suponen un socialismo ortodoxo.

Etimología: ¿De dónde proviene la palabra capitalismo o capitalista?

El término “capitalista”, que significa propietario de capital, aparece antes que el término “capitalismo” y data de mediados del siglo XVII. “Capitalismo” deriva de capital, que evolucionó a partir de capitale, una palabra latina tardía basada en caput, que significa “cabeza” (que también es el origen de “chattel” y “cattle” en el sentido de propiedad mobiliaria (sólo mucho más tarde para referirse únicamente al ganado).

Capitale surgió en los siglos XII y XIII para referirse a fondos, existencias de mercancías, sumas de dinero o dinero con intereses. Hacia 1283, se utilizaba en el sentido de los activos de capital de una empresa comercial y a menudo se intercambiaba con otras palabras: riqueza, dinero, fondos, bienes, activos, propiedad, etc.

El Hollantse (alemán: holländische) Mercurius utiliza “capitalistas” en 1633 y 1654 para referirse a los propietarios de capital.

En francés, Étienne Clavier se refirió a capitalistes en 1788, seis años antes de su primer uso registrado en inglés por Arthur Young en su obra Travels in France (1792).

El poeta inglés Samuel Taylor Coleridge utilizó “capitalista” en su obra Table Talk (1823). Pierre-Joseph Proudhon utilizó el término en su primera obra, ¿Qué es la propiedad? (1840), para referirse a los propietarios del capital. Benjamin Disraeli utilizó el término en su obra Sybil (1845).

El uso inicial del término “capitalismo” en su sentido moderno se atribuye a Louis Blanc en 1850 (“Lo que yo llamo “capitalismo”, es decir, la apropiación del capital por parte de unos con exclusión de otros”) y a Pierre-Joseph Proudhon en 1861 (“Régimen económico y social en el que el capital, fuente de ingresos, no pertenece generalmente a quienes lo hacen funcionar mediante su trabajo”).

El uso de la palabra “capitalismo” en referencia a un sistema económico aparece dos veces en el volumen I de El Capital, p. 124 (edición alemana) y en Teorías de la plusvalía, volumen II, p. 493 (edición alemana). Marx no utilizó ampliamente la forma capitalismo, sino capitalista y modo de producción capitalista, que aparecen más de 2.600 veces en la trilogía El Capital (Das Kapital).

En la lengua inglesa, el término “capitalismo” aparece por primera vez, según el Oxford English Dictionary (OED), en 1854, en la novela The Newcomes del novelista William Makepeace Thackeray, donde la palabra significaba “tener la propiedad del capital”

También según el OED, Carl Adolph Douai, un socialista y abolicionista germano-americano, utilizó el término “capitalismo privado” en 1863.

Acerca del autor

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Mi nombre es Silvia Guijarro.

Soy editora jefe en Autorizado Red. Me encanta escribir textos, especialmente si son sobre economía y finanzas.

Curso estudios de Economía y Finanzas por la Universidad de Deusto.

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